Víctor, de la calle Triana a la orquesta de los indignados


Conocí a Víctor en el instituto Tomás Morales. Muchacho metido para adentro, que saltaba los muros de la timidez agarrado a su viola. Participaba en los encuentros poéticos musicales que organizábamos para soltar la vena artística en el salón de actos del instituto. También hubo tiempo para la solidaridad en aquel festival del gofio que organizamos en Magisterio a mediados de los ochenta (¡ños, cuántos años!). Un Manolo Viera que no había saltado a la tele llenó de chistes el escenario antes de que Víctor subiera con su viola y su novia pianista después de la broma del presentador “Ester al piano y Víctor la viola”.

Terminó los estudios y entró en la orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Tuvo dos hijos con Ester ,que se criaron entre partituras. Pero a veces la tristeza entra de forma inexplicable en las casas donde cualquier vecino juraría que sólo habita la felicidad. Y aquel muchacho que se había hecho un hombre con un trabajo fijo se tropezó con la droga a destiempo y no supo usarla ni medirla. Se empieza faltando un día al trabajo, gastando medio sueldo en la porquería y la vida se va convirtiendo en un abismo con los tuyos.

Así fue como Víctor fue perdiendo el trabajo, la compañera, los hijos. Lo que más quería se iba alejando y el pozo cada vez era más hondo. Después de tocar fondo no se puede seguir para abajo, toca salir. Y fue la música la que volvió a ayudar a aquel muchacho tímido metido para adentro que se agarró a la viola para buscar la luz. Y fue subiendo, subiendo, entre Mozart, Beethoven, Albinoni…Y se dio cuenta de que estaba fuera del pozo cuando se vio tocando en la calle Triana, después Vegueta. Cumplió en la calle los horarios que no había podido respetar en la Filarmónica.

Cuando me acerqué a él en Triana nos dimos un abrazo. “Ester al piano y Víctor la viola”, me dijo para romper el hielo. Ester y los hijos estaban en Madrid, no podía tener comunicación con ellos. Esa era la parte triste. También había que contar que ya no estaba en el pozo, que se valía por sí mismo. Que había vuelto a componer.
Y así pasaron algunos años y en un nuevo encuentro en la calle Triana me contó que se cumplió su sueño. “Hace unos meses estaba tocando aquí y había dos pibes frente a mí, mirándome. Yo no me había fijado bien en ellos. Cuando acabó la canción se me acercaron y me dijeron : hola papi”. Esa fue la primera parte del sueño, los pibes habían venido por su cuenta. Rompieron el muro que se había levantado y la vida no tenía vuelta atrás.

Y así pasaron unos meses más. También en Triana. Víctor me hizo un gesto, para que esperara, y esperé a que terminara su canción. La vez anterior le había pedido entrevistarlo en la radio. Pero el programa coincidía con las horas que tocaba en la calle y el músico no está dispuesto a saltarse más los horarios. Pensé que quería quedar conmigo para la entrevista. Me dio el notición: “estuve en Madrid unos días, fui a ver a mis hijos y aproveché y estuve tocando por allí, para pagar los gastos. Cuando dejé a los pibes en la puerta uno me llamó y me dijo: mamá dice que subas. Subí…y fue un encuentro mágico”.

Pues parece que la magia dura. Desde entonces no lo he visto por la calle Triana. Pero hoy me llegó un correo electrónico con el vídeo que encabeza este post. La orquesta Solfónica, un concierto de músicos indignados. Y ahí aparece Víctor con su viola, sonriente, feliz, tocando en la orquesta Solfónica la canción indignada “Los bancos y las cajas nos han robado, mamita mía, nos han robado”. El correo dice “mándalo a mil contactos”. No tengo mil contactos en el correo, pero pensé que sería bueno subirlo al blog y mandarlo al mundo. Con la esperanza de que le llegue este mensaje a Víctor…y a Ester. Señora y señores, Ester al piano y Víctor la viola. No lo había dicho desde aquel día en el que me tocó presentar el festival del gofio.

PD: En el vídeo que encabeza este post Víctor aparece en el vídeo en el minuto 1.03 a 1.08, con gafas y camisa verde. También aparece en otros momentos. Aquí debajo de este texto pueden ver a Víctor en la calle Triana en un vídeo grabado por Tino Prieto

Acerca de juanglujan

Juan García Luján es periodista, de las islas Canarias. Ha trabajado en radio, prensa y televisión. Entiende el oficio de periodista como la posibilidad de informar, comunicar y reflexionar en alto. Todavía cree que es una profesión útil para la sociedad. Después de 25 años de oficio no confunde libertad de empresa con libertad de expresión.
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17 respuestas a Víctor, de la calle Triana a la orquesta de los indignados

  1. ¡Que casualidades se encuentra uno por internet! ya que no conocía esta página, pero me alegro de haberla encontrado, pues como a todos, me trae también buenos recuerdos. En mi página de Facebook hay una foto de cuando Victor fue alumno mio en el Conservatorio Superior de L.P.G.C En la foto estamos ensayando y Victor está al fondo junto a Mompi (contrabajo), Yo estoy dirigiendo, y Jose Manuel Brito está tocando una obra como solista de Violín.
    También añado la convivencia que tuve con Victor en la Orquesta Filarmónica, sobre todo en la turné que hicimos por Castilla la Mancha (1992 (mas o menos)). Después de ésto viví su odisea cuando le rompieron su estupenda Viola y me la trajo para que yo la reparara (por cierto que aún conservo las piezas que quedaron vivas), Yo le regalé una Viola para que siguiera su marcha y como todas las personas que han manifestado su encuentro con este Violista, yo le he seguido en su deambular por Triana y Vegueta, y me sumo al manifiesto de desearle un futuro lleno de amor musical y humano.

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  2. alfons bonafont pitarch dijo:

    Soy padre de Alfons Bonafont,músico en Las Palmas de G:C.Somos de Valencia y a veces nos trasladámos a vuestra ciudad para visitar a mí hijo.Tambien se aprovecha para visitar vuestros bellos rincones.Un día paseándo por Triana oimos y vimos a lo lejos al clasico músico de calle,se detuvo mi hijo,diciéndome._Fijate,papa,¿ves ese músico?,es muy amigo mio y ex compañero en la Orquesta.-Ah!…me quede sorprendido…En unos minutos me conto la historia de Victor que tan maravillosamente relata Juan.-Ven y te lo presento.Nos acercámos y quedámos frente a él,nos vio,sin inmutarse siguio su trabajo.Cuando acabo la partitura,sonrio a Alfons y me lo presento.Ví en su rostro al hombre que ha padecido mucho ,pero su sonrisa y su voz eran de futuro,de un futuro mejor.Nos despedimos de Victor ,pense que era un músico autentico y que saldria siempre adelante y que yo habia apendido de tí,Victor.

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  3. José Manuel Hernández Alfaro dijo:

    Me Alegro mucho que todo le vaya mejorando en la vida. Ciertamente me entristeció verlo en la calle tocando pero a la vez me alegró que con ésto, luchara por poco a poco enderezar su vida. Ojalá todo le vaya todavía mucho mejor. Me trae gratos recuerdos el festival del gofio. También participé acompañando una canción de Juan Manuel.

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  4. Gracias Juan por » recuperarnos» a Victor. Gente como su hace que los » invisibles» sean visibles y se demuestra una vez más la linea tan tenue que existe cuando la droga o cualquier otra adicción te atrapa. Un día para mi Feliz el día de hoy porque se que para Victor existe un futuro.

    Muchas gracias Juan por hacer de este día un gran día.

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  5. Una vez más comprobamos que nada es definitivo, ni la oscuridad más grande es totalmente negra y que el ser humano que a la misma vez es el único en tropezar dos veces en la misma piedra, es a su vez el único con armas para poder levantarse una y otra vez. Gracias Juan por tus escrito y gracias Víctor por demostrarnos una vez más que «se puede». Felicidades.

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  6. Alessandra dijo:

    Gracias por compartir ésto con quienes nos acostumbramos a Víctor cada día.

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  7. Maru dijo:

    Gracias, Juan. Me ha emocionado.

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  8. Mónica dijo:

    ¡Bravo Víctor! Gracias Juan.

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  9. bachir dijo:

    Conocí a Victor en Triana y y después me acostumbré a pararme y hablar con él. Por la mañana en la trasera de la catedral y por la tarde en Triana. Me contó todo respecto a sus hijos y los problemas que tuvo. De repente desapareció y lo eché de menos, pero hace un año, en Madrid, me lo encontré tocando en el metro y nos conocimos mutuamente. Me dijo que seguía tocando en la calle, las relaciones con sus hijos era buena y que su filosofía de vida no había cambiado.

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  10. Jose .R dijo:

    Este me parece un muy buen Post. Quizás por el mensaje de fondo. «No será fácil, pero se puede vencer por fuerte que sea tu enemigo.

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  11. Pingback: Víctor, de la calle Triana a la orquesta de los indignados

  12. Eladio Méndez Arozena dijo:

    ¡Qué gusto leer esto! Por todo: por la historia tan conmovedora, por la maestría del que la relata, y por las lágrimas que indefectiblemente uno derrama al comprobar que la vida no es solo mierda sino también gloria. ¡Viva Víctor y viva Juan! ¡Un abrazo a todos!

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  13. domingo dijo:

    que buén momento….»y había dos pibes frente a mí, mirándome. Yo no me había fijado bien en ellos»

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  14. Sebastián Doreste Abreu dijo:

    La historia es ciertamente conmovedora. Como para el mejor guión cinematográfico. Una epístola moral, esperanzadora: Siempre hay tiempo de rectificar y recuperar lo perdido. Pero, hay que decirlo, no solo es la historia, lo hermoso. Es la forma de contarla: el guión. Este GARCÍA LUJAN es un maestro de la narración que sabe captar el sentimiento.¡ Gracias, por permitirme gozar de una estampa tan vital !

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  15. ¡¡¡Gracias!!! Juan, no sabes la alegría que me ha dado ver a Victor tan bien. El Señor lo tiene que ayudar, pues él es muy buena persona…todavía recuerdo cuando los sábados por la mañana iba a la casa de la Cruz Blanca en Vegueta a tocarle a los abuelos y abuelas que alli estaban asilados…gracias de nuevo y que aproveche la oportunidad que nos vuelve a dar la vida y que sea muuuyyy feliz con su familia.

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  16. RRDC dijo:

    Gracias. ¡Salud!

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  17. ¡Bonito relato! Qué bueno que a veces la vida vuelva a dar oportunidades.¡Qué les vaya bonito y ayuden a muchos otros a indignarse!

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