Rajoy-vintage: empieza el cambio

Ahí los tienen. En la azotea de la calle Génova. Bajo la contaminada boina negra de Madrid. Empieza el cambio, dice el lema. Y con la foto empieza. Vemos que el cielo no es tan azul como lo pintaban. Ni una gaviota volando, oye. Porque la humacera mata la vida, esconde el celeste, espanta los vuelos. El verso de Agustín Millares lo describió clarito, no sé si antes o después de que lo encarcelaran los camisas azules: ningún pájaro vuela donde el aire no existe. Y en el cielo de Madrid no vuela ningún pájaro.

La realidad empañó la presentación de la candidatura de Madrid de Mariano Rajoy. Esa foto de la candidatura madrileña se vio enturbiada por un cielo gris que demuestra que contribución de la concejal de Mediambiente Ana Botella ha sido tan importante para la limpieza del aire que padecen los madrileños como la aportación del primo de Rajoy al freno del cambio climático. Hay que joderse. Contra los datos oficiales dijo Botella que hay menos contaminación que antes. Contra el lema electoral, el cambio de Mariano en realidad es un cambiazo, una vuelta de tuerca, un homenaje a Murphy: todo es empeorable.

Por si la mierda contaminante del cielo de Génova no fuera poco, la lideresa volvió a caer en el vicio de chafarle a Rajoy un día importante. Esperanza Aguirre aprovechó que unos borrachuzos entraron en su finca para montar una escandalera. No se llevaron nada porque los guardias civiles que pagamos todos detuvieron a los interfectos, pero Aguirre aprovechó para buscar titulares de prensa: que dimita la delegada del gobierno de Madrid porque no interrogaron a los bandidos, seguro que son dos indignados, espero que el ministro de Interior me llame y me lo explique. A lo mejor ustedes se toman a broma esto que cuento, pero estas tres perlas las dijo Aguirre con los micrófonos delante. Sí, acusó a los indignados de entrar en su finca (no llegaron a su vivienda) y pidió al ministro del Interior que la llamara. Ahí tienen otro dato de ese cambio que anuncian: los ministros del interior deben llamar a las marquesas si unos borrachines intentan entrar en sus palacetes.

Este cambio que empieza se hace, sobre todo, a base de silencios. La patronal dice que hay que rebajar a 12 días o ninguno la indemnización por despido. Silencio de Rajoy. Se celebra una conferencia de Paz en San Sebastián. Silencio de Rajoy. Los periodistas preguntan dónde está el programa electoral del PP. Silencio de Rajoy. Todas las televisiones invitan a debates a los candidatos a presidente del gobierno. Silencio de Rajoy. Estamos ante el candidato de los silencios, que cuando habla no sale de topicazos como “queremos un gobierno fuerte “, “hay que decirle a los españoles que de la crisis se sale trabajando”.

Para mí que este cambio que dicen que empezó ayer con esa foto en la azotea de la calle Génova en realidad es un regreso al pasado, una vuelta a esas frases vintage que estos días se escriben en twitter. El periodista Armando Ojeda realizaba ayer su aportación a las #frases vintage: cesta de navidad de la empresa. Pero hay otras que se pueden leer en twitter y que tienen toda la pinta de regresar o consolidarse con el cambio-vintage de Rajoy: Me han hecho indefinido. No somos ni de izquierdas ni de derechas ( José Antonio Primo de Rivera, 1931), ¡Anda un hospital público y una escuela no concertada religiosa! Hijo, estudia todo lo que puedas y tendrás un buen trabajo… Y, por último, mi aportación: Que dios nos coja confesaos.