El lobo te cuida. Juan G. Luján


Toda persona que se presente a trabajar con menores, tanto en instituciones públicas como en empresas privadas, debe presentar un Certificado Negativo de Delitos de Naturaleza Sexual.  Cualquiera que desee ser entrenador de un equipo de fútbol de menores de edad, también debe presentar el mismo certificado. Pero un policía local puede llegar a jefe de los policías teniendo una condena en firme por violencia machista. Así está pasando en Canarias.

La ley de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado exige el certificado de antecedentes penales para entrar en los cuerpos de seguridad. Pero una vez dentro, puede ocurrir que acoses a tu expareja o pareja, que le infundas terror, que te condenen en firme, que incluso aceptes los hechos denunciados, y que sigas siendo policía y aspires a ser el jefazo.

Lo contaba este martes la cadena SER, en la información de Javi Rodríguez y Marta Cantero, se decía que según una sentencia firme dictada hace cerca de dos años por el Juzgado de violencia sobre la Mujer número uno de Las Palmas de Gran Canaria «el encausado, con el propósito de mantener contacto con la víctima y en contra de la voluntad de ésta, buscó su cercanía poniéndose en contacto con ella de forma reiterada, llamándola a su trabajo, personándose delante del portal de la vivienda para vigilarla, además de seguirla”. Según  la sentencia  el señor policía “Llegó a entrar en el domicilio de la víctima, comportamiento con el que el encausado ha infundido terror a la víctima, alterando gravemente el normal desarrollo de su vida diaria, hasta que finalmente decidió denunciar y pedir una orden de alejamiento en las dependencias policiales».

La primera reacción del Ayuntamiento de Agaete fue de sorpresa y silencio. No quisieron hacer declaraciones a la cadena SER porque querían investigar si el juzgado había notificado la sentencia al consistorio. El alcalde de Agaete, Jesús González, sabe que su profesión está llena de contradicciones y para muestra el botón de su biografía, el  primer edil se presentó por una fuerza nacionalista, ay mamá, bandera tricolor,  y es policía nacional antidisturbios en excedencia. Y resulta que, sin saberlo, el alcalde  había nombrado como jefe accidental a un señor que tiene una pulsera del viogen, un señor controlado para no acercarse a su expareja. Tras comprobar que al Ayuntamiento no se había notificado ninguna sentencia, y ver las reacciones en los medios de diferentes juezas, el alcalde decidió dictar una providencia para abrir un expediente informativo a su jefe de policía y, como medida cautelar, se la ha apartado del puesto de jefe accidental.

Está claro que la gente tiene derecho a reinsertarse. Que no se le puede negar el trabajo a toda persona que tenga una condena. Pero suena muy contradictorio que una señora haya sufrido episodios de terror en Agaete, por el acoso de su expareja, que por sentencia esa expareja tenga orden de alejamiento en vigor, y que si el machista confeso se le vuelve a  aparecer a menos de diez metros, y esa señora acude a comisaría a denunciar los hechos, deba hacerlo ante policías que están a las órdenes del acosador. Lo más grave del asunto es que a lo mejor todo lo que ha pasado en Agaete con el policía machista  acosador confeso que llegó a jefe accidental de la policía sea legal. Por eso es necesario cambiar las leyes que lo permiten. De toda la vida se ha dicho que no se puede poner a un lobo a proteger a las ovejas.

@juanglujan

Este artículo también se publica en el digital Tiempo de Canarias

Acerca de juanglujan

Juan García Luján es periodista, de las islas Canarias. Ha trabajado en radio, prensa y televisión. Entiende el oficio de periodista como la posibilidad de informar, comunicar y reflexionar en alto. Todavía cree que es una profesión útil para la sociedad. Después de 25 años de oficio no confunde libertad de empresa con libertad de expresión.
Esta entrada fue publicada en Juan García Luján y etiquetada , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario