Gracias a los gobernantes
beatos y convencidos
que defienden no nacidos
y disparan a emigrantes,
no seremos como antes,
irá a mejor nuestra suerte;
pues solo un gobierno fuerte
-y con el alma podrida-
puede defender la vida
y justificar la muerte
*Yeray Rodríguez es verseador y profesor en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Este texto lo publicamos en nuestro blog con permiso de su autor.
Grande, grande
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