Sabemos que para sus fieles Pedro Sánchez es dios, y aquellos que lo veneran pueden ganarse el cielo. Héctor Gómez lo ha podido comprobar, el tinerfeño simplemente dando unos paseos en bici con el dios Sánchez se ganó el cielo de Nuevo York, un apartamento en la Quinta Avenida y más de doscientos mil euracos al año como sueldo. Todo eso que lleva el cargo de embajador ante la ONU se lo ganó echando tres rezados a Pedro Sánchez, sin necesidad de pasar por la escuela de idiomas y todas esas empolladas y horas de estudio que deben hacer los que emprenden la dura carrera de diplomático y aspiran a ser embajadores sin haberse sacado el carnet del partido que reine en la Moncloa.
Pero el Mencey Clavijo no está obligado a realizarle veneración a Pedro Sánchez, a quienes los ultras llaman Perroxanche y quieren mandar al infierno. Los menceyes han sido más de adorar a Achamán, Magec, Chaxiraxi o, después de Cristo, a la virgen de Candelaria, la virgen del Pino o a San Casimiro. Por eso nuestro Mencey cogió esta semana un avión para el Vaticano, y acompañado del Vice Domínguez, don consejeras y dos obispos y medio, tocó a las puertas del palacio del jefe del Estado del Vaticano y representante de Dios en la tierra.
Clavijo llevó al papa Francisco dos regalos muy originales. Una carta colectiva, al parecer escrita por niños africanos que llegaron a estas islas. “Querido papa, nos llamamos África”, dicen los pibes al inicio de la misiva. Hay gente que cree que África es un país, y lo simplifica todo. Otras sabíamos que es un continente donde se hablan cerca de dos mil lenguas, y que no tiene nada que ver la situación de Mauritania con la de Sudáfrica. Ahora sabemos por el regalo del Mencey Clavijo que África es un fleje de chiquillos, demasiado fleje en opinión del Gobierno de Canarias. Clavijo también entregó al papa una réplica de la bula Pastor Bonus donde el papa Pío II se pronunciaba contra la esclavitud a la que los conquistadores españoles sometían a los antiguos canarios.
La visita de cuatro miembros del Gobierno canario al Vaticano ha sido destacada por los medios canarios, pero fuera de las islas no ha tenido repercusión, con la religiosa excepción de la COPE que al parecer mandó a un enviado especial. El mensaje de Clavijo en clave social de al papa Francisco es muy cristiano. Pero ¿sirve para algo? ¿Llamó después el papa Francisco a Pedro Sánchez para decirle que en Canarias había muchos niños africanos y que las políticas migratorias son competencias del Estado? Está claro que no.
Fernando Clavijo, Manuel Domínguez, Nieves Lady Barreto y Candelaria Delgado, ya tienen una foto con el papa Francisco. Pero los más de 4000 niños y niñas africanos que ahora mismo están bajo la custodia del Gobierno de Canarias seguirán aquí mientras no se produzca un cambio legislativo que distinguirá los derechos de la infancia según sean del país o no lo sean, algo que puede chocar con los tratados internacionales firmados por el reino de España.
Como ciudadano contribuyente que ha pagado parte del viaje al Vaticano me permito sugerir que si el fin era intentar que envíen a los menores a otras comunidades autónomas, las perras del viaje las podían haber invertido en pasajes a Galicia, Castilla León, Cantabria, Aragón, Valencia, Extremadura, Madrid, Andalucía, Murcia y Baleares, podría parecer que salía muy caro, pero cuando programaron el viaje al Vaticano estaba el ‘Bintazo’ y con la compañía canaria se podía llegar a la mayoría de esos sitios.
Se trata de comunidades autónomas con presidentes del Partido Popular que, si tienen voluntad política, podrían acoger a esos menores migrantes que están en las islas. No hace falta cambiar ninguna ley, es suficiente con que esos gobiernos de patriotas españoles indignados con los egoístas catalanes sean solidarios con la comunidad autónoma canaria. Pero resulta que a diciembre de 2023 Cataluña tenía acogidos a 1.337 menores no acompañados, Andalucía a 1.707, País Vasco 667, mientras que la comunidad de Madrid, con el segundo presupuesto más grande después de Cataluña, tenía acogidos a 849 menores. Así que haría bien Manuel Domínguez en hablar con compañeros de su partido como Isabel Díaz Ayuso, o con la presidenta de Extremadura (solo tiene acogidos a 53 menores) o a la presidenta de Cantabria (solo 34 menores acogidos), en lugar de viajar al Vaticano para pedir la ayuda de Dios. Podría ser más eficaz, aunque se hubiera quedado sin la foto con el papa Francisco.
Este artículo también se publica en el periódico Tiempo de Canarias
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