Contra las guerras. Juan G. Luján


Aquí puedes escuchar ‘Somos nadie’ del 19 de octubre en La Ventana de Canarias de la cadena SER

Todas las guerras se parecen. Unos señores que se conocen, que salen por televisión, que a veces se dan la mano, se enfadan y deciden que otros se maten. Los muertos no tienen nombre. Los vemos bajo los escombros, en las camillas o entre las ruinas de un hospital bombardeado.

Hace unas semanas fui a ver la obra “Protocolo del Quebranto”, de Una Hora Menos Producciones . Se trata de una excelente montaje escénico con tres actores en escena: la protagonista, Nadia, una mujer con la cara deforme que ha estado viviendo refugiada en un búnker y padece muchos traumas. Nadia  está interpretada magníficamente por  Marta Viera , otro personaje es Crezk  (interpretado de forma magistral por Luifer Rodríguez), es un vendedor de pólvora en medio de la nada, si fuera importante sería un traficante de armas. Y por último está el personaje muy bien interpretado  por Mingo Ruano, el periodista Luján, consciente del alto nivel de corrupción de los medios de comunicación, intenta buscar historias humanas en una guerra, pero se ve atrapado en el laberinto de Crezk y Nadia, y también se convierte en un monstruo.

Para realizar el guión de ‘Protocolo del quebranto’ su director, Mario Vega, se desplazó a la guerra de Ucrania, y, acompañado del periodista Nico Castellano, recogió 19 testimonios de víctimas de la guerra. Testimonios que muestran la desesperanza, la tristeza, el dolor  y la rabia que producen la guerra.Porque protocolo del quebranto nos viene a decir que en la guerra los códigos éticos se entierran bajo la pólvora de las bombas, o el lodo creado por los escombros. La luz roja impregna todo el escenario en el que los personajes profieren palabras y gritos. Al final los espectadores salimos del teatro desolados, con la confirmación de una frase que se atribuye a  Platón, en las guerras se produce la corrupción de las almas.  Los estamos viendo estos días en Gaza, donde un Estado de Israel dice que se defiende de unos terroristas, y para defenderse provoca la muerte de cientos de niñas y niñas…

Indignidad y mentiras

Alguien dijo que la primera víctima de la guerra es la verdad. Yo diría que la verdad y la dignidad. Y eso se está viendo en Palestina, cuando Israel niega ser la autora de un bombardeo en un hospital de Gaza con 500 víctimas mortales.  Los mismos que han condenado a Putin por invadir Ucrania,  por atacar a un país soberano, son los que llevan más de medio siglo callando ante la ocupación de Palestina por el estado de Israel, y por los incumplimientos por parte de Israel de las resoluciones de la ONU. Los aliados mediáticos de Ucrania son los mismos aliados mediáticos de Israel. Los discursos morales de condena a la invasiones han desaparecido.

Los poderosos intentan siempre buscar a los criminales de guerra en el bando contrario al que apoyan. Pero bombardear hospitales, escuelas, edificios civiles, matar a niños… Eso lo hacen los criminales de guerra, sean estados considerados democráticos u organizaciones armadas que se proclaman libertadores de pueblos.

Vivimos la terrible hipocresía de debatir sobre los próximos viajes de turistas a la luna y el futuro de la inteligencia artificial, y seguimos como en la edad media, con guerras causadas por ocupar un territorio o por adorar a un dios diferente. Por eso hoy quiero que este texto vaya por la causa de la paz. Contra la guerra, mate quien mate. Como decían los versos de Pedro Lezcano del Romance de la paz condenada, escrito tras un consejo de guerra hizo el franquismo a dos periodistas por publicar un poema de Lezcano

La paz no tiene color,

ni bandera ni morada.

La paz no tiene vergüenza

de desnudarse en la plaza.

La paz es madre de todos,

pero de ninguno ahijada.

Por la razón de mi boca,

digo que la paz se haga.

Que desde que abran los ojos

hasta que acuesten la cara

pan y paz hagan los hombres.

(Tan parecidas palabras

son la paz y el pan, que entiendo

que de lo mismo me hablan).

Pero vistieron de rojo

la paz que yo aconsejaba.

Y alguna razón tuvieron

para mirarla encarnada.

¡La paz será siempre roja

mientras sangre como sangra!

@juanglujan

Acerca de juanglujan

Juan García Luján es periodista, de las islas Canarias. Ha trabajado en radio, prensa y televisión. Entiende el oficio de periodista como la posibilidad de informar, comunicar y reflexionar en alto. Todavía cree que es una profesión útil para la sociedad. Después de 25 años de oficio no confunde libertad de empresa con libertad de expresión.
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Una respuesta a Contra las guerras. Juan G. Luján

  1. ejenenacar dijo:

    Saludos sr. Luján,

    No puede haber paz si no hay justicia; y no hay justicia si ésta no es independiente. En la dictadura del capital, quien posee más recursos económicos impone su independencia, su justicia y su paz; casi con toda seguridad contra la independencia, la justicia y la paz de quien no posee tantos recursos pues la lógica capitalista así lo estipula.
    Larga travesía la que estamos dando para llegar a ninguna parte por una senda impuesta que no nos permite avanzar como sociedad igualitaria.
    El reino de unos pocos que se imponen sobre el resto, ya sean éstos propios o extraños.
    No por ello vamos a permanecer impasibles, claudicar jamás. Viva Palestina Libre! Muera la barbarie sionista!

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