De la India Juliana a Romina Celeste. Juan García Luján

Aquí puedes escuchar Somos Nadie en La Ventana de Canarias del jueves 8 de junio de 2023

Juliana es el nombre cristiano que se dio a una mujer de origen guaraní que vivía en Paraguay en la primera mitad del siglo XVI. Hay quien dice que su nombre original era Arapy.  Durante la conquista española de Paraguay, los colonizadores organizaban las “rancheadas”, incursiones entre la población guaraní donde secuestraban a mujeres para esclavizarlas. Preferían a mujeres en edad de  procrear y con fuerza, para explotarlas económicamente. L

La conocida como India Juliana fue casada con el español Nuño Cabrera. Cuentan que un jueves Santo envenenó a su marido, y luego salió por las calles de la ciudad incitando a otras mujeres guaraníes a rebelarse y matar a sus esposos conquistadores (en el peor sentido de la palabra)  o amos, que casi era lo mismo. El conquistador Álvaro Cabeza de Vaca vio que la india Juliana era un mal ejemplo y ordenó ejecutarla. Cuentan que la india Juliana murió desmembrada por cuatro caballos.  

Crimen machista en Lanzarote

 Cinco siglos después, en la Nochevieja del año 2018 en Lanzarote, el ciudadano español Raúl Díaz,  madrileño residente en la isla de los volcanes, quiso ejercer de Cabeza de Vaca, y mató y descuartizó a la mujer paraguaya Romina Celeste Núñez.

Después de descuartizar a su esposa la quemó y tiró los restos de su cuerpo al mar en diferentes zonas de la costa conejera.  Cuando fue detenido Raúl no reconoció que había matado a Romina, pero sí contó que la descuartizó y que se deshizo de su cuerpo. Las fuerzas de seguridad solo encontraron una parte pulmón de Romina y , por tanto, no se puede demostrar que fue un asesinato con ensañamiento y por eso Raúl ha sido declarado culpable pero tendrá menos años de cárcel tras confesar su crimen. En un intento de imitar a los conquistadores de Paraguay, paradójicamente llamados adelantados, Raúl Díaz dijo  a la guardia civil que se casó con Romina “para  follármela gratis” (sic).

La madre de Romina declaró que por fin ha sentido algo de paz cuando el autor ha confesado el crimen. Pero la señora Miriam Rodríguez se queda en paz a medias, porque tenía la esperanza de llevar a Paraguay el  trozo pulmón que se había encontrado de su hija, una parte de su cuerpo para enterrarla en su país. Miriam Rodríguez ha aterrizado este juees en Asunción, la ciudad de la  India Juliana, sin el pequeño trozo de pulmón de su hija.  La jueza no consultó a la familia qué hacer con esos restos, y el Instituto de Medicina Legal lo destruyó.

Hoy en Paraguay hay bibliotecas, centros culturales, calles y organizaciones feministas que llevan el nombre de la India Juliana. Pero, desgraciadamente, la madre de Romina Celeste regresó a Asunción sin tener siquiera las  cenizas de su hija. Escribió Karl Marx que la historia se repite dos veces: la primera vez como una gran tragedia, la segunda como una miserable farsa”. Parece que así ha pasado con la india Juliana y Romina Celeste….

@juanglujan