Audio Somos Nadie en La Ventana de Canarias 2-02-2023
Hola compadre. ¿Cómo está la cosa por allá arriba?, o por allá abajo, que conociéndote capaz que viraste para el infierno porque te ibas a aburrir entre tanto santo. Cuéntame de ti, ya me enteré que estuviste preguntando por Lola Campos Herrero nada más llegar, y que quieren organizar un ‘Matasombras’ en los celajes. (1) Me cuentan que por fin conociste a Borges, lo que no me esperaba es que te atrevieras a pedirle a Cortázar que te invitara a una fiesta con los cronopios. (2)Lo de Agustín Espinosa diciéndote, nada más conocerte, que le parecía surrealista que un escritor calvo y ateo resucitara su novela Crimen, sepultada por los falangistas, tampoco lo vi venir. (3)
Aunque, déjame que te cuente Alexis, algo surrealista sí fue tu despedida. Empezando por la corona que ponía «Si lo sé no vengo», ya sé que tú crees que fue idea de Eladio Monroy, pero te equivocas, amigo, y no te voy a decir quién te la envió. Tu suegro le pidió a Antonio Becerra que dijera unas palabras. Se lo tomó como un prólogo de esos perfectos que alguna vez le encargaste y otras veces le dejaste de encargar. Antonio, tan jiribilla siempre, hablaba pausado, buscando las palabras que no encuentra alguien que no quiere asumir, como nosotros, que en realidad, lo que tocaba relatar era un epílogo.
Habló Antonio de tu capacidad para convocar a gente tan diversa a tu alrededor. Ocurrió también en tu despedida, donde nos mezclamos amistades, familiares, lectores, autoridades y personas piadosas. Para tu tranquilidad te cuento que la pandilla no le quitaba el ojo a Thalía, y la acompañaba a salir a coger aire de vez en cuando, a huir del epílogo que la cabrona vida dictó sin pedir permiso. Tu hermano del alma nos sacó una sonrisa al recordar tu frase, «chiquitita quita a Antonio de los aguacates», aunque la carcajada tuya había llegado antes, cuando Becerra mandó de vacaciones al crucifijo que presidía la mesa de la capilla donde nos habíamos juntado (por guardar las formas, porque lo tuyo siempre fueron los bares y las librerías).
Terminó Antonio diciendo que lo del éxito de tus libros muy bien, que ya eso lo sabíamos y estaba demostrado en premios y lectores, pero que tus abrazos, que fue un lujo haber compartido tus abrazos. Y la gente aplaudió, fue un aplauso intenso con rabia y lágrimas, de magua por esos abrazos que no volverán.
Se hizo el silencio, y luego se levantó Gregorio, un cómico en el duelo Alexis Ravelo, qué cosa más gamberra. Contó Gre, que estaba sentado al lado de Toñín el de Cuasquías, que intentó releer un libro tuyo y no pudo, y que cerró los ojos y le apareciste con una bandeja con copas y alcohol en el mítico bar donde compartiste amistad y paliques con tantos de nosotros, cuando estudiabas Filosofía y soñabas con ser escritor. Otro aplauso y volvió a hacerse un silencio, que esta vez rompió tu suegro, que con esa sonrisa bonachona nos dijo «veo mucho silencio , Alexis nos diría: chiquillos hablen, ya que estamos aquí».
Y nos pusimos a hablar. Alguna bobería le dije a Nico y a Mario, alguna chorrada que me alejara de este epílogo, que me quitara de la cabeza el párrafo de Crimen, de Espinosa que dice: “¿Qué sabe nadie, qué sabemos nosotros, del puñal que nos herirá, de las manos que nos estrangularán, de la bala que nos estallará la cabeza? ¿O en qué plaza, en qué calle, en qué ciudad, bajo qué cielo caeremos un lozano día para no levantarnos más?”
No levantarnos y, añado yo, llorar por tus abrazos robados. @juanglujan
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3 ‘Crimen’, la única novela surrealista española “seria” | Cultura | EL PAÍS (elpais.com)
Cuanta literatura y buena,genera la muerte de un escritor.Más aún,con esa persona entrañable y cercana que era Alexis Ravelo.Ojalá hubiera esa otra vida y así le fuera mas entretenido.En la eterna duda,ojalá respondiera.
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👏👏👏👏un fuerte abrazo 🫂
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Te agradezco esta crónica amigo Juan. Somos nadie🥹 con el.orgullo de haber compartido vida con él.
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