Cuando la patria se llama Repsol

“Y cuando ya la batalla parecía ganada, porque se había llevado a la conciencia de todos los buenos lanzaroteños que la tarea de salvación es una empresa común, en la que nadie puede estar ajeno, resulta que todo se está viniendo abajo por la falta de visión de futuro de empresas industriales comerciales cuyos únicos fines son ganar dinero, dinero momentáneo, sin que les importe el futuro de todo un territorio natural que había logrado singularizarse, para su bien. Y sin la menor clase de respeto para sus habitantes y su economía futura”
César Manrique “Un grave peligro sobre Lanzarote” publicado en el libro “Escrito en el fuego” (Edirca, Las Palmas de Gran Canaria, 1985).
El flamante eurodiputado electo Miguel Arias Cañete y accionista de Petrologis Canarias (con 169.979 euros en acciones) y expresidente de la Compañía Mercantil Petrolera Ducar S. L. lo dejó todo atado y bien atado cuando abandonó el Ministerio de Agricultura y Mediambiente para ser candidato del PP a las europeas. ¿Qué dejó atado?¿El pago de las deudas al sector tomatero de Canarias?¿El papel de la agricultura de exportación en el nuevo REF que debe aprobar Europa? No, hombre, eso hubiera sido dejar atado los temas como ministro. Cañete dejó hecho sus deberes como empresario petrolero y como amigo del ministro para Repsol del gobierno de España.
El dicharachero Cañete, el candidato que ocultó su superioridad intelectual en el cara a cara con Valenciano para no parecer un machista que acribillaba a una dama, el señor que mintió en su declaración de bienes al Congreso de los Diputados porque dijo que sus empresas no tenían relación con las administraciones públicas, dejó cerrado el visto bueno a la Declaración de Impacto Medioambiental de los sondeos petrolíferos en aguas canarias solicitados por Repsol. Los deberes estaban hecho, pero esperaron a la celebración de las elecciones europeas para evitar que la sangría de votos del PP fuera superior a la que fue: en Canarias el candidato Cañete logró 115.394 votos menos el domingo pasado que en las europeas de hace 5 años o 313.162 votos menos que en las Generales de 2011 en Canarias.
Estos son los hechos: el pasado viernes 19 de mayo las instituciones canarias y organizaciones que se habían personado ante los ministerios de Industria y de Mediambiente para solicitar información sobre el expediente de Repsol recibieron una comunicación del Ministerio de Industria, Energía y Turismo. El departamento que dirige José Manuel Soria les comunicaba que hasta el próximo 7 de junio pueden consultar el expediente y presentar las alegaciones oportunas. El Tribunal Supremo retrasó su pronunciamiento sobre el informe de Impacto Medioambiental presentado por Repsol al comprobar que adolecía de aspectos tan importantes como las consecuencias de los sondeos en el abastecimiento de agua de las islas de Lanzarote y Fueteventura y la paralización de hecho por parte del gobierno del estado español de la declaración de Lugares de Interés Comunitario las costas de estas dos islas.
La Declaración de Impacto Medioambiental favorable a Repsol por parte del Ministerio de Agricultura y Medioambiente ha sido un proceso protagonizado por unos señores que responden perfectamente a esa “casta política” de la que tanto hablan los malvados portavoces de Podemos. Miguel Arias Cañete y José Manuel Soria son dos modelos perfectos que retratan a los políticos de puertas giratorias, que llegan a las poltronas de las instituciones para tomar decisiones que suelen favorecer a las empresas privadas y perjudicar los intereses generales. Recordemos que en Canarias el apellido Soria está relacionado con un concurso eólico que está pendiente de sentar en el banquillo de los acusados a políticos, funcionarios y empresarios amigos de los hermanos Soria que formaban parte de una trama de corrupción que intentaron amañar el reparto de los parques eólicos en Canarias con sobornos a funcionarios y políticos. Eran los tiempos en los que José Manuel Soria vivía gratis total en la casa de los hermanos Esquivel que se presentaron al concurso redactado por la consejería dirigida por Luis Soria en las mismas semanas en las que el hermano del actual ministro de Energía y Turismo realizaba una visita a una empresa con la que trabajaba Esquivel. En sede judicial escuché reconocer a Luis Soria ante la pregunta de la fiscal que la única empresa de las muchas que se presentaron al concurso eólico que visitó Luis Soria siendo consejero de Industria fue la de Esquivel, el casero de su hermano.
Los canarios y canarias saben que el peligro de contaminación de nuestras aguas y nuestro ecosistema que traerán los sondeos de Repsol es muy superior a los presuntos beneficios que traería el permiso a una multinacional extranjera para buscar petróleo en nuestras aguas. Por eso no quería hablar hoy de esa contaminación que nos puede venir y que ha sido ya investigada de sobra por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria que ha sido ninguneada por Repsol. Por eso hoy conviene recordar esta otra contaminación, la de la casta política, la de la puerta giratoria de políticos al servicio de multinacionales. Y lo hago después de escuchar al presidente de la patronal de Las Palmas, Agustín Manrique de Lara, decir que es una “muy buena noticia” lo aprobado hoy por el ministerio de Medioambiente. Recordemos que Manrique de Lara pasó la noche electoral del domingo pasado en la sede del PP con sus compañeros de partido, allí estuvo aplaudiendo al ministro Soria como hace cada vez que el presidente del PP está en un acto en Gran Canaria. El señor Manrique de Lara se pone el disfraz de presidente de la patronal pero en realidad habla de Repsol como miembro del PP, porque ninguna patronal canaria ha respaldado públicamente las prospecciones petrolíferas.
Precisamente este jueves víspera del Día de Canarias elegido por el gobierno español para aprobar el expediente de Repsol. Porque cada vez que escuchamos al ministro de Industria y a sus subordinados hablar de los sondeos de Repsol nos sueltan expresiones como “es bueno para los intereses del país”, “nuestro país no puede permitirse el lujo de no sacar sus recursos naturales”, “si el petróleo no lo saca nuestro país lo sacará Marruecos”. Ponga usted “multinacional Repsol” donde ellos dicen país, porque hay que ser rigurosos. Precisamente cuando se va a celebrar el Día de Canarias la “casta política” ha decidido hacer su última fechoría: celebrar el día de la nacionalidad como ellos entienden su realidad, vuelven a defender los intereses de su patria, que hoy se llama Repsol como ayer se llamaba empresa de Esquivel, empresa de Santana Cazorla en La Favorita, o la empresa Anfi del Mar del noruego que llevaba a pescar al presidente del cabildo José Manuel Soria mientras la isla sufría un trágico incendio. Este viernes, Día de Canarias, en contra de la opinión de las instituciones canarias (Parlamento, gobierno canario y cabildos) un ministro de las islas ha querido celebrarlo de forma patriótica. Ocurre cuando la patria se llama Repsol.

en twitter @juanglujan

P.D.: Este viernes Día de Canarias a las 11 de la mañana en la Plaza del Pilar de Guanarteme de la capital grancanaria están convocando a través de las redes sociales concentración contra los sondeos de Repsol.