¡Vete a pulpiar!


Que te quedan unas horas, y no me das pena viejo. Porque en tu existencia se apretó más el cinturón a los que ya no tienen para comprar pantalones nuevos. Porque los más ricos se hicieron más ricos. Porque la calle habló en alto, gritó “no nos representan”, señaló al poder financiero, protestó contra los desahucios, se opuso a que la crisis la paguen siempre los de abajo. La calle dijo todo eso y no le hicieron caso.

Y otros miles y miles perdieron la vivienda que estaban pagando, y siguieron endeudados con la banca. Y otros miles y miles perdieron el derecho al trabajo, o no cobraron puntualmente, o sólo pudieron firmar contratos precarios. Y hubo reformas laborales que fueron nuevos pasos atrás. Y los que llegaron van a seguir con esa marcha atrás.

Del paraíso de la confianza, del súmate al cambio, del crearemos empleo, del “no se debe cargar contra los más débiles” pasamos en cuestión de semanas a congelar el salario mínimo, a subir los impuestos a todos (los que decían que subir los impuestos era atacar a las familias), se suspenden las ayudas a los alquileres de los jóvenes, se recortan prestaciones a las personas dependientes…

Todas estas cosas pasaron en este 2011 que se acaba, que termina con malos pronósticos. Pero ya ves, aquí seguimos para dar la cara, para gritar que no tenemos miedo, para convidar a toda la buena gente que quiere cambiar las cosas, incluso cambiar a los que decían que las iban a cambiar. Aquí seguimos con la cabeza en alto, para decir que las tempestades no nos quitarán la calma, los abusos no nos cerrarán la boca, las injusticias no nos harán mirar para otro lado.

Aquí seguimos tantos y tantas que nos damos calor frente al frío del paro, nos sonreímos frente a las tristes decisiones gubernamentales, nos solidarizamos frente a los que siguen robando lo que es de todos, en los alrededores de la Corte y en los despachos de la gran banca. Aquí estamos los que buscamos información frente a la propaganda, los que nos alejamos del ruido para leer cerca de la playa, los que decimos que sí hay otras recetas frente a la enfermedad de la codicia, que sí hay otras ideas frente a la religión de los mercados, que sí hay otras propuestas frente a la obsesión por el déficit público…

Somos muchos, aunque no nos quieran oír. Pero terminarán escuchándonos. A esos muchos y muchas, a esa mayoría silenciosa les digo: salud y alegrías en el 2012 que ya está viniendo. Y a ti, viejo 2011, apenas te quedan unas horas. Te doy las gracias por marcharte, también te digo que a pesar de todo también aprendí mucho en estos doce meses. Tampoco me pondré como Alexis Ravelo que te despidió con el tono de un patrón, aunque la idea es tentadora. Pero no pretendas que te de un beso, ni un abrazo. No. Confórmate con una despedida directa: ¡Vete a pulpiar!

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Acerca de juanglujan

Juan García Luján es periodista, de las islas Canarias. Ha trabajado en radio, prensa y televisión. Entiende el oficio de periodista como la posibilidad de informar, comunicar y reflexionar en alto. Todavía cree que es una profesión útil para la sociedad. Después de 25 años de oficio no confunde libertad de empresa con libertad de expresión.
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Una respuesta a ¡Vete a pulpiar!

  1. Juan….. tu voz representa mucha gente….. Estas ahí … y aunque creas que tengas voz propia, es la voz de muchos. Adelante…. ánimo, y sigue en tu línea…..

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